De poca altitud, este mallo, pese a sus formas redondeadas tiene un ambiente severo, debido al impresionante techo horizontal que se encuentra en la parte izquierda de la pared.
Suele estar menos frecuentado que su vecino mallo de la Mora, aunque por su parte derecha discurre una de las vías más repetidas de Peña Rueba, 'Sendero Límite'.
Aproximació
Accediendo desde Huesca, cruzar el pueblo de Murillo de Gállego, y tomar la última calle a la izquierda. La calle va subiendo y al llegar a unos contenedores que quedan a la derecha, la calle gira a la izquierda para adentrarse en el pueblo, pero debemos continuar recto por una carretera asfaltada. Un poco más adelante, al llegar a una casa (aún estaba en obras cuando fuimos) tomar la pista de tierra que sale hacia la derecha justo antes de la casa.
Continuar la pista hasta unas grandes balsas de agua (desde la pista solo se ve la valla de metal) con una explanada para dejar algunos vehículos. Las paredes ya se ven a la derecha. Se puede aparcar en este punto y seguir andando por la pista o, si la pista está en buenas condiciones, continuar un poco más y dejar el coche en alguno de los apartaderos que hay en los puntos más cercanos a las paredes.
Desde la pista nace un sendero marcado con hitos por el que en unos 15 minutos se alcanza el Mallo la Calva, fácilmente identificable por el impresionante techo de roca rojiza de su parte izquierda.
